Diligencia, creatividad, compasión, integridad, persistencia, inteligencia, justicia: estos valores fundamentales nos definen en Mondex. Su expresión se ve impulsada por el hecho de que aún existen decenas de miles de casos sin resolver de robos de la época nazi. Cuando se resuelvan, cada uno de estos casos tendrá el potencial de sanar.
Diligencia, creatividad, compasión, integridad, persistencia, inteligencia, justicia: estos valores fundamentales nos definen en Mondex.
Durante el Holocausto se creó una base jurídica para el despojo de derechos y propiedades, y muchos en el mundo del arte se beneficiaron de ello. La procedencia de las obras apropiadas indebidamente solía estar oculta, al igual que los canales de venta posteriores, por lo que identificar el arte saqueado era todo un reto. Luego venían las dificultades para recuperar ese arte saqueado. Pero esta situación cambió a finales del siglo pasado gracias a la Conferencia de Washington de 1998 sobre los Bienes de la Era del Holocausto. En su discurso de apertura de la conferencia, Elie Wiesel, Premio Nobel de la Paz, describió cómo, en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, muchos supervivientes del Holocausto se centraban únicamente en reconstruir sus vidas. Exigir restituciones materiales no era una prioridad. Lo que Wiesel identificó como nuestra obligación moral hacia estos supervivientes y hacia los que ya han fallecido - "hacia la memoria y la identidad, el vínculo de las familias con sus raíces y la reparación de una injusticia histórica"- inspiró los Principios de Washington surgidos de la conferencia.
los Principios de Washington
Los Principios de Washington, respaldados internacionalmente, tenían por objeto orientar las negociaciones relativas a la restitución de obras de arte y otros bienes culturales saqueados.
- Deben identificarse los bienes que los nazis confiscaron y no restituyeron.
- Los registros deben ser accesibles y los archivos abiertos.
- La sensibilización debe ser prioritaria, de modo que el esfuerzo de identificación de la propiedad sea continuo y la divulgación de las obras de arte y otros bienes culturales ayude a localizar a los herederos.
- Hay que animar a estos herederos, las familias de los propietarios de antes de la guerra, a que se presenten y den a conocer sus reclamaciones.
En 2009, los Principios de Washington volvieron a confirmarse con la firma de la Declaración de Terezin, que intentaba garantizar un acuerdo internacional sobre las mejores prácticas en materia de restitución. Que tanto ésta como los Principios de Washington obtuvieran el apoyo de la comunidad internacional sigue siendo muy alentador. Y, sin embargo, ocho décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial, abundan los casos sin resolver. Aunque la tecnología abre puertas, la burocracia plantea retos. Con demasiada frecuencia, la "obligación moral" que identificó Wiesel no basta por sí sola para provocar el cambio.
A pesar de todo, estamos aprendiendo. Mondex se identifica con orgullo como una organización que aprende, lo que significa que perfeccionamos continuamente nuestros métodos y también compartimos nuestras investigaciones con los clientes. El trabajo es personal por naturaleza. Examinamos minuciosamente todos los aspectos de la vida de los propietarios de objetos saqueados antes de la guerra, así como de sus posteriores poseedores, tanto antes como después de la llegada al poder del Partido Nacional Socialista. Conocer mejor las biografías de estas personas nos ayuda a encontrar soluciones que afronten mejor las injusticias del pasado. Esto es inmensamente significativo, pero también lo son los casos en que la búsqueda de una obra de arte o un artefacto cultural no puede completarse con éxito. En estos casos, la información que descubrimos para nuestros clientes ayuda a arrojar luz sobre sus historias familiares y en ello también hay curación.
