Los herederos piden la devolución de Kandinsky

Durante más de 40 años, "Vida de colores", un importante cuadro de Wassily Kandinsky, ha estado colgado en la Städtische Galerie im Lenbachhaus, un museo de Múnich donde los visitantes han podido apreciar el remolino de colores de una obra que muchos expertos consideran un hito en la evolución de este renombrado artista ruso desde la figuración a la abstracción.

Pero una demanda presentada el viernes en el Tribunal Federal de Distrito de Manhattan exige que el cuadro sea devuelto a los herederos de una familia judía que, según la demanda, era propietaria del cuadro antes de la invasión nazi de los Países Bajos en 1940.

La obra, creada en 1907, fue adquirida en 1972 por un banco con sede en Múnich, el Bayerische Landesbank (BayernLB), que la prestó al museo.

Tres herederos de la familia judía holandesa afirman que la obra se había dejado en la década de 1930 a buen recaudo en un museo de los Países Bajos, pero luego fue robada y vendida sin permiso.

"El cuadro fue arrebatado a sus legítimos propietarios en 1940, en violación del derecho internacional, durante el periodo de ocupación nazi en los Países Bajos, en apoyo de la campaña nazi de genocidio judío", dice la demanda, presentada en Nueva York porque el banco también opera en Manhattan.

El banco dijo que aún no había revisado una copia de la demanda, pero afirmó en un comunicado que había adquirido el cuadro legalmente. Funcionarios del banco dijeron que el año pasado habían escrito a los demandantes ofreciéndose a participar en una revisión vinculante por parte de la Comisión Limbach (encargada por los gobiernos federal, estatal y local de Alemania de ayudar a devolver las obras de arte saqueadas por los nazis), y no habían recibido respuesta.

En caso de que se adjudique el cuadro a los demandantes, según el comunicado, "el BayernLB ha expresado su deseo de que el cuadro permanezca expuesto al público en la Lenbachhaus en lugar de ser retirado."

Pero los herederos dijeron, a través de sus representantes, que no veían el sentido de acudir a la comisión porque el banco había estipulado en julio que el cuadro tendría que permanecer en el museo independientemente de cualquier resultado. James Palmer, fundador de Mondex Corporation, una empresa de recuperación de obras de arte que se puso en contacto con los herederos en este caso, dijo que creían que el banco se negaba a ofrecer restitución alguna.

Un portavoz del banco, Matthias Lücke, dijo que era importante mantener el cuadro en el dominio público, en parte por la relación de Kandinsky con Múnich, donde había pintado. Lücke recuerda que el cuadro se compró a instancias de la ciudad y del museo Lenbachhaus.

Los herederos son descendientes de Robert Gotschalk Lewenstein y su hermana Wilhelmine Helena Lewenstein, según la denuncia. En 1938, según la demanda, la familia cedió la custodia del cuadro al Museo Stedelijk de Ámsterdam, antes de huir, Wilhelmine a Mozambique y Robert a Francia y, finalmente, a Estados Unidos.

La denuncia no establece una conexión directa entre el cuadro y las fuerzas nazis, pero dice que unos meses después de la invasión, un marchante de arte holandés se hizo con el cuadro sin permiso de los Lewenstein y que luego fue subastado en octubre de 1940 junto con objetos sacados al mercado por un empresario alemán llamado Alois Miedl. Entre esas obras había piezas de la colección de Jacques Goudstikker, un coleccionista judío holandés. En 2006, el gobierno holandés anunció que devolvería a los herederos del Sr. Goudstikker más de 200 cuadros de maestros antiguos que habían sido obtenidos en julio de 1940 por el dirigente nazi Hermann Göring y su marchante, el Sr. Miedl.

El cuadro fue comprado en la subasta de 1940 por un holandés, S.B.S. Slijper, que lo prestó al Stedelijk de 1957 a 1963 y luego al Gemeentemuseum de La Haya entre 1963 y 1971, según la denuncia.

BayernLB ha declarado que compró el cuadro en 1972 a la viuda del Sr. Slijper, según los documentos judiciales. Los herederos afirman que el banco debería haber sabido que existía la posibilidad de que la obra hubiera sido robada: "La adquisición del cuadro corrió a cargo del Lenbachhaus, que tenía los conocimientos necesarios para investigar la procedencia del cuadro y determinar si había sido o era probable que hubiera sido saqueado por los nazis".

El cuadro se expuso en el Solomon R. Guggenheim Museum durante unos cuatro meses en 2009 y 2010.